Y FUE A HABLAR DE PUTA «LA TACONES»

Llevo una temporada fuera de combate, pero sepa la basca que no he estao de más, que no he perdido el tiempo, que lo he gastado en salir, beber, el rollo de siempre… (Extremoduro, dixit) Ahora en serio, más o menos y al fin y al cabo esto no es cierto, no me hubiese importado, pero la verdad es que no. He estado currando y bastante absorbido por mis mierdas, he escrito si, pero no lo he publicado. Pero bueno, eso, que no he estao de más. Punto.

Y no es que este calor sahariano invite a pasarse una hora, o ninguna, sentado poniendo opiniones por escrito, pero por lo menos el tiempo así me pasa más rápido que contando uno a uno los diversos churretones de sudor que me van atravesando el polo.

Adjunto a esta última guarrada una reflexión, en efecto el masculino humano es un ser desagradable. Peludo, huele fuerte y pese a ocho mil años de avances en teoría y práctica higienista aún ahora le cuesta horrores pasar por un organismo aséptico. Si bien y pese a ello los más tratamos de hacer lo posible por no aturdir a los congéneres a golpe de aromazo sobaquil.

Que aún parece mentira que a estas alturas estemos hablando de gente a la que parece le cuesta fichar en la ducha cada mañana, que paseen entre dientes el pincho de tortilla de la mañana hasta media tarde o que exhiban entre otras perfectos yacimientos de antracita bajo las uñas. Lo peor es que esto es sólo la punta del titánico iceberg.

La gente joven cada vez se cuida más, hablo de dietas y rutinas de ejercicios, los nuevos jóvenes, absorbidos por la MTV (ahora sin música) viven bombardeados por unos patrones de imagen concretos, una sociedad cruel con los defectos y un montón de consejos útiles para alcanzar los primeros y sobretodo huir de los segundos.

La gente –jóvenes y menos jóvenes- también ha aprendido por fin que para estar guapo hay que sudar. Algunos descerebrados y vagos hasta el tuétano siguen prefiriendo pasar por quirófano o sentarse en una jeringuilla llena de Wistrol o Nandrolona, al más puro estilo Jersey Shore, claro que ahí ya estamos hablando de selección natural. Pero no es esto de lo que quiero hablar hoy, hoy quiero que se entienda que es una cuestión comúnmente aceptada el hecho de que vivimos, siendo perfectamente conscientes de ello, bajo unos patrones de imagen que marcan que el hombre debe ser un David Miguelangeliano de abdominales marcados y la mujer una vigilante de la playa en la playa,  una estrella de Hollywood en la alfombra roja hasta para ir a comprar papel higiénico y una modelo de lencería en pasarela para irse a dormir, todo sin dejar de oler a rosas y sin enseñar un pelo desde el tobillo hasta lo alto de la nuca.

¿O no? Y aquí os lo concedo por pleno derecho, haciéndole de paso un guiño a Ani y a sus acusaciones de machista, aquí, sobretodo aquí y de un modo particularmente sangrante reconozco que los tíos somos lo peor.

Y es que estoy harto, desagradado hasta la nausea en no pocas ocasiones, de escuchar ciertos comentarios zoquetiles sobre la apariencia de las mujeres. Así ciertos “colegas” u o compañeros puramente accidentales de género, ensucian el ambiente abriendo los contenedores que calzan por boca lanzando comentarios sobre el aspecto de las féminas al alcance o no de la vista.

Sin hablar por supuesto del Fulanita está buenísima no veas lo que le haría, si esto o aquello o lo de más allá. Hablo de estar rascándose los cojones a dos manos en alguna terraza, luciendo modelito de chándal puramente dominguero y sin duchar porque pa qué, abriendo la bocona pa rematar y decir que Menganita es una guarra porque el otro día en el gimnasio sudaba cómo una cerda. Y es que olé tus dos cojones Andrés.

Esto si es que fue uno que va al gimnasio para verla, porque lo más típico es que aquí estemos hablando de barriga cervecera, de barriga parrillera o ya directamente de barrigón de no verse la punta del pijo. De barba cerrada hasta el perineo o de pelo poya cerrado hasta la nuez. Vomitando sin cesar juicios de nulo valor objetivo criticando las pintas de tal o cual, sin siquiera ponerse colorado cuando esa misma mañana y a falta de muda limpia el sujeto terminó optando por voltear hacia fuera el lado marrón del calzoncillo.

Porque si, las tiene grandes, pero luego sin sujetador fijo que se le caen hasta el ombligo. Menudas manchas de sudor tenía esa el otro sábado cuando curró de camarera. Hable con Fulanita el otro día y le olía el aliento a fosa de purines. Menganita remangó la falda el otro día y vaya pelazos que tenía. Es que es maja pero tiene más pelo en los antebrazos que yo. El culo caído, los tobillos anchos, mucha pantorrilla, grasa debajo del brazo, piel de naranja, patas de gallo, celulitis, bigotillo, las cejas mal depiladas, unas pintas raras, poco maquillaje, o mucho, los dientes torcidos o el flequillo muy marcado… ahora vamos a ver, gañanes hijos de puta, ¿quién de vosotros se ha depilado el culo para que no se le quede medio zurullo pegado cada vez que pasa por caja? Porque me cago en todo lo cagable, panda de gordos de mierda, seguro que sois de esos que si se peden en la cama se tapan con las sábanas para captar mejor los matices, de los que se vestirían cómo payasos daltónicos de no ser por sus madres o novias y sobretodo del tipo típico de tío que no se para lo más mínimo a pensar antes de abrir la bocona,  soltando barbaridades sin ton ni son y dejándonos de paso a los demás a la altura del betún barato, hablo de vosotros, seres capaces de despreciar a una mujer por algún detalle mínimo sin reparar en que, aún dejándose por completo y sin hacer nada nunca más, totalmente en barbecho, esa misma mujer sería siempre algo más perfecto y bello que vosotros mismos aunque  a partir de mañana os pasaseis la vida en el gimnasio, pinchándoos de todo, gastando una fortuna en dietistas y en ropa hasta llegar a ocupar  las portadas de revistas. Porque queridos amigos: aunque la gocha se vista de seda, en gocha se queda…

9 comentarios en “Y FUE A HABLAR DE PUTA «LA TACONES»

  1. No me des la razón que me vengo arriba, eh? jajaja
    Dime que no es verdad que hay tíos tan capullos? si esque al final los hay hasta peores de lo que yo pensaba!! qué ruina!!

  2. Te la doy siempre que la tengas y sólo te cargo el IVA. La verdad que muchas veces los tíos damos bastante asco, por lo bocazas y por lo falto de criterios. Si las chicas fueseis igual alguno te digo yo que moría virgen. Pero hay de todo, por ejemplo mi amigo Dani, el de Vegalcastro, es el hombre más educado del mundo para eso, nunca vi a nadie tratar a la mujer con mas admiración y respeto que él. Algo increible y maravilloso y de lo que alguno se podía aplicar el cuento. Un encanto vaya

    • De Dani te digo que podiamos aprender todos, lagartos y lagartas sin distinción, te digo que es tan respetuoso que llama la atención. Pero a mi lo que me mata es ver a asquerosos despellejar a chicas guapas con soltura solo porque no son iguales que las que ellos ven en las revistas, lamentable.

  3. Tendrías que oír las cosas que me entran a mí por el monitor (el pinganillo) cuando tengo el micro abierto y gente demasiado cerca. El micro recoge conversaciones que no siempre me gustan sobretodo si son sobre mí y sí, de lagartos y largartas sin distinción jajaja

    • Puagh! Mira, no mola. Para estar fino hay que trabajar mucho y cualquiera que cuide su aspecto y su cuerpo merece todos mis respetos. Pero de ahí a sacarle punta a todo, ser cruel o malintencionado es otra y historia, no cuidarse y encima ser un lagarton-lagartona es otra aún peor. Porque seguro que todas las que critican son Barbies Malibús y ellos g-i joe´s

  4. Pues sí, suelen ser los que se creen los reyes del mambo. La gente tan superficial me da asco y pena a partes iguales. Eso sí, en algo tienes razón, lo del agua y el jabón no tiene excusa.

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